martes, 26 de agosto de 2014

BIENESTAR SOCIAL Y NECESIDADES SOCIALES, DESDE LA PERSPECTIVA DE BORIS LIMA

Imagen 1: Necesidades económicas y materiales
En un trabajo presentado por Boris Lima, en el año 1982, en el Primer Congreso Nacional sobre “Metodología y Praxis del Trabajo Social”, realizado en la ciudad de México, B. Lima, realizó un análisis sobre la teoría de Welfare State y un esbozo de la teoría de las necesidades, indicando que son conceptos subjetivos y amplios, que presentan dificultades para precisarlos de modo científico —la subjetividad puede ser precisada de modo científico, sin embargo, no queremos entrar en discusiones efímeras, simplemente nos dedicaremos a relatar lo planteado por B. Lima—, destaca que bienestar social significa: “…un deseo de encontrar una infraestructura biológica y material capaz de solucionar la necesidades más perentorias y obligadas del hombre…” configuradas alrededor de la justicia social y la participación múltiple, en este articulo desglosaremos algunas de sus consideraciones más importantes sobre el bienestar  social y necesidades.

B. Lima, señala que el concepto  de bienestar social es diferente entre los seres humanos, es decir, existe singularidad en la conceptualización de bienestar social. Al mismo tiempo, realiza dos interrogantes, la primera sobre el alcance del concepto y la segunda sobre su límite. Nos detendremos en esta parte, porque, es necesario aclarar que el conocimiento es inacabado, un concepto no se define simplemente por su alcance o por su límite, sino por su filosofía y ciencia, aspectos que son relativos y en constante dinámica, sin embargo, B. Lima, analizó la insostenibilidad teórica y empírica del concepto de bienestar social y la vinculación con las necesidades. B. Lima, en el ensayo que estamos intentando relatar y rescatar, refiere al devenir de los conceptos, bajo esa óptica, podemos citar a dos elementos relacionados con la percepción de los profesionales (satisfacción de necesidades, desarrollo social y personal, mejor vivir, felicidad, etc.) y la formalidad conceptual de bienestar social (relación de desarrollo social, bienestar social, bienestar humano y satisfacción de necesidades). De la misma forma, también explica como algunos autores conciben al bienestar social, a través de dos enfoques, la primera a partir de la definición como medios y también como fin y la segunda, incluye la visión a través de los enfoques amplios y restringidos, integrales y operacionales. Asimismo, explica como el bienestar se denomina hacia una tesis y expresión intocable e indiscutible.

Para continuar con la descripción del análisis, tenemos que mencionar que en las relaciones sociales de producción y lucha de clases, existe desigualdad, que por un lado están los dueños de los medios de producción y por el otro, los que solo tienen su fuerza de trabajo, B. Lima indica que si queremos afectar el bienestar social como bienestar para todos, debemos de afectar también esas relaciones sociales de producción desiguales, de esa forma estaríamos hablando entonces de un bienestar social, en la búsqueda de una sociedad sin clases sociales, cuestión que los que sostienen este concepto disfrazan tiernamente el discurso teórico, para conservar el sistema imperante, en este marco, no se busca un bienestar común, sino un bienestar individual y conservador del sistema.

B. Lima, también presenta una clasificación de necesidades, las primeras tienen que ver con las objetivaciones, luego se encuentran las materiales, espirituales, económicas, riqueza humana y humanas radicales. Las necesidades según las objetivaciones que son los objetos, sentimientos y pasiones, se subdividen en necesidades de vida social, necesidades políticas y necesidades de trabajo. Las necesidades materiales, que son las vitales o primarias —pueden elevarse a un nivel mayor—. Las necesidades espirituales, como la enseñanza, la adscripción sindical, afecto y necesidades de cultura; las necesidades materiales y espirituales dependen de la adquisición del dinero. Sobre las necesidades de riqueza humana (carácter cualitativo), mencionaremos que son contrapuestas a las necesidades humanas y que aumentan la riqueza no material del hombre, como el descanso que supera el normal para la recuperación de la fuerza de trabajo, la actividad cultural, la reflexión, la distracción lúdica, la amistad, la actividad moral y el amor, en esta parte se marca una tesis que indica que las necesidades de riqueza humana son las “…mas insatisfechas en el sistema capitalista y de ellas las medidas de bienestar muy poco se ocupan…”         


Las necesidades humanas alienadas (carácter cuantitativo y no se pueden saciar), dinero, poder, posesión de ambición. Estas necesidades alienadas, son apuntaladas por el sistema haciendo una persecución de la misma a través de los aparatos ideológicos. Asimismo, los Estados miden cuantitativamente los indicadores de las necesidades alienadas como parámetro de desarrollo y progreso; paradójicamente una vez satisfechas estas ya no habría lugar para la satisfacción de otras necesidades. En cuanto a las necesidades humanas radicales (desarrollo pleno de los seres humanos), estas necesidades no pueden ser cubiertas por los programas de bienestar social, porque, estos programas no pueden suprimir las desigualdades sociales, tampoco la explotación del ser humano por el ser humano. En conclusión B. Lima, considera que las necesidades tienen que ser proyectos de transformación y no pseudosatisfación de carencias.